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What started as an afternoon of drawing with my daughter became an unexpected design experiment — a framework for turning play into creative systems and publishable products.

Cuando empezamos Cuatro Tres Dos , no queríamos un estudio tradicional. Queríamos un estudio vivo: un ecosistema de talento que se expande y se contrae según el tipo de reto. No se trataba de crecer en número, sino en claridad, propósito y colaboración real . El modelo no nació de un plan maestro, sino de observar algo simple: cada proyecto necesita un equipo distinto, y forzar una estructura fija suele matar la creatividad. Un equipo que se adapta al contexto En 432 trabajam

Vivimos rodeados de distracciones compitiendo por lo más valioso que tenemos: nuestra atención. Sin darnos cuenta, reaccionamos en automático, repitiendo patrones heredados. Aprender a observarnos —a dirigir la atención con intención— es la forma más simple y profunda de recuperar presencia y volver a nosotros mismos.